Bueno invitadas, llegó ese día 22 de Junio, un fin de semana lleno de lagrimones y diversión en la boda influencer del año. ¿Quieres saber de quién hablamos? ¡Sigue leyendo!

Una boda llena de alegría, amor, diversión y lagrimas fueron las que marcaron una noche mágica.

No sabemos por donde empezar por que hubieron mil momentos en los que no podíamos quitar el ojo de encima.

Familia, amigos y caras conocidas viajaron a Cantabria para presenciar el emotivo enlace que tuvo lugar en la Colegiata de Santa Cruz. La llegada de los invitadas fue un auténtico espectaculo, entre ellos sus hermanas Lucía y María Pombo que fueron el centro de muchas miradas, una con un mono rojo estampado y otra con un mono azul marino con manga capa precioso. Entre otras, caras como las de Marta Lozano acompañada de su mejor amiga Teresa Andrés y sus respectivas parejas, Laura Matamoros, Dulceida y nuestra favorita, Maria Fdez-Rubíes acompañaron a su amiga en un dia tan especial.

Después del desfile de influencers, llegaron por supuesto Pablo Castellano vestido con un traje azul marino acompañado de su madre en un dos piezas rojo que nos dejó sin aliento, sofisticada y elegante como una madrina debe ir en la boda de su hijo. Ya dentro de la iglesia, el momento más esperado fue María Pombo, lució un semirecogido natural con mechones trenzados, unos pendientes largos de diamantes y lo mejor de todo, un vestido poco clásico, un dos piezas de chaqueta con cola cruda lleno de pedrería y encaje combinado con un vestido blanco de cuello halter debajo, llegaría al altar para ver a Pablo entre lagrimas esperándola.

Después del ‘si, quiero’ inició el cóctel con una banda musical fuera de una finca y dentro de tipis con luces y un decorado de lo más chic y hippy se realizó la velada. Una fiesta llena de emociones, un segundo vestido de flecos blanco impresionante, canciones que recordaron a los que ya no estuvieron ahí, el baile con su padre al ritmo de ‘My first, my last, my everything’ y el baile con el novio fueron de los momentos que más gozaron los privilegiados que recibieron la invitación a la boda del año.